30 junio 2009

Un árbol y mucha leña

Al menos a simple vista, por primera vez en mucho tiempo no se impuso el peronismo auténticamente vernáculo en la provincia de Buenos Aires, ya que el llamado “peronismo disidente”, en alianza con la centro-derecha macrista, le ganó al oficialismo y a gran parte de su aparato en el distrito más importante del país. Decíamos “a simple vista” porque sabemos que detrás del triunfo de Francisco de Narváez hay un peronista de linaje, Eduardo Duhalde, razón por la cual el batacazo del empresario puede entenderse mejor, más allá del efecto campo o del voto castigo para el oficialismo. Hacia las dos de la madrugada del lunes, un Néstor Kirchner llamativamente cauto reconoció la derrota “por dos puntitos” y planteó la duda sobre si la oposición triunfante estaba madura para alcanzar la gobernabilidad. Acaso sea la primera vez que el ex presidente sale a ponerle el pecho a un revés electoral y a aceptar equivocaciones propias. Por su parte, la presidenta Cristina Fernández sostuvo en conferencia de prensa que “la derrota seguramente responde también a errores que serán seguramente analizados”; eran las mismas palabras que horas antes salían de boca de su esposo, quien, acusando el impacto, renunció a la presidencia del Partido Justicialista en el día de ayer, dejando en su lugar a Daniel Scioli. El aparato del justicialismo bonaerense, que siempre había tratado de la mejor manera a Kirchner, lo dejó a su suerte. Ante la incierta perspectiva, varios intendentes del Gran Buenos Aires prefirieron no mostrarse demasiado oficialistas pese a apoyar al ex presidente. Otros, ni siquiera eso, ya que aquí la cuestión era no quedarse pegado a la derrota y dejar abierta una línea con quien tome las riendas del justicialismo.

Los otros reveses
No sólo Buenos Aires le deparó un mal trago al oficialismo; desde otros importantes distritos llovían las malas noticias. En Santa Fe quedó relegado al tercer puesto, muy atrás de la alianza Santa Fe Federal de Carlos Reutemann (peronismo disidente) y del Frente Progresista Cívico y Social, versión santafesina del Acuerdo Cívico y Social (ACyS), sector que aunó las fuerzas del radicalismo, el socialismo y el ARI. En un final sumamente reñido, que tuvo su desenlace muy entrada la noche, Reutemann logró sacarle dos puntos de ventaja al socialista Rubén Giustiniani (cuya figura potenció el gobernador Hermes Binner al meterse en la campaña) y renovó su banca en el Senado. El festejo eufórico del ex piloto iba en total consonancia con sus perspectivas para las elecciones presidenciales de 2011, ya que este triunfo lo coloca en la pole position dentro de las filas del justicialismo. Reutemann prefiere no hablar del tema por considerarlo prematuro, pero ya le guiñó un ojo a Scioli: “tiene buena relación con todos y vocación de diálogo”, dijo. En Córdoba la historia no fue muy diferente. De las tres bancas en el Senado en juego, dos fueron para Luis Juez y Norma Morandini, de la local alianza Frente Cívico, mientras que la tercera le corresponde al radical Ramón Mestre, quedando el oficialismo relegado al cuarto lugar. En Santa Cruz, su provincia, donde apenas dos años atrás ganaba con holgura, el kirchnerismo tuvo otro revés: por el 1,37% se impuso el ACyS.
“El gobierno y Néstor Kirchner han sido derrotados”, dijo Elisa Carrió ni bien se acomodó ante los micrófonos, aunque su propia performance en Capital parecía vaticinarle lo peor: quedar fuera de la cámara baja y, con ello, perder peso a la hora de pelearles a los otros referentes de su espacio la candidatura a la presidencia, especialmente al triunfante Julio Cobos, quien en su Mendoza natal vio ganar a sus candidatos con 48% de los votos. Casi se queda sin banca debido a la espectacular votación que registró Fernando Pino Solanas, pero a último momento llegaron los votos salvadores. Presionada por la incertidumbre a la hora de enfrentar a los medios en el búnker del ACyS, la líder del ARI prefirió ver el vaso medio lleno y hablar de la excelente elección que había hecho su espacio en todo el país. ■

Nota publicada en la diaria, Montevideo - Uruguay, el 30 de junio de 2009.


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