08 julio 2009

Administrando el revés

El oficialismo empieza a dar señales de revisión y autocrítica, aunque no con la celeridad que la oposición en su conjunto desearía como materialización del reconocimiento de la derrota más allá de los dichos. Por el lado de la gestión de gobierno, la salida de Graciela Ocaña del Ministerio de Salud estaba prevista antes de las elecciones a causa del avance de la gripe A; pero la remoción del secretario de Transporte, Ricardo Jaime (quien cuenta con un importante número de causas judiciales en su contra) sí responde al revés electoral, y probablemente la suya no sea la única cabeza que ruede en el gabinete. En la mira también está Guillermo Moreno, titular de la Secretaría de Comercio Interior, y otro que podría verse desplazado es el jefe de Gabinete, Sergio Massa, quien volvería a la Municipalidad de Tigre. El ministro del Interior, Florencio Randazzo, podría ocupar su lugar, mientras que también se buscaría un reemplazo para el ministro de Economía, Carlos Fernández, por alguien que ostente un perfil más alto, exactamente lo opuesto a lo que se buscaba con la designación de Fernández. Moreno es la presa más codiciada por la oposición, ya que su gestión en el Instituto de Estadística y Censo (Indec) es uno de los puntos más criticados de la gestión del kirchnerismo, a causa de la manipulación de los índices de inflación, desempleo y crecimiento económico.

La interna del PJ y críticas opositoras
A Carlos Reutemann, si bien había elogiado la capacidad de diálogo del actual presidente del Partido Justicialista (PJ), Daniel Scioli, le bastaron pocos días para revertir su parecer: “El PJ sufrió un cimbronazo muy fuerte, porque las dos personas que encabezaban el partido han perdido en la provincia de Buenos Aires: uno ha renunciado y quien quedó a cargo ha perdido las elecciones”. Así, Reutemann busca plantarse como referente del peronismo disidente y empezar a cosechar adhesiones camino a 2011. De regreso al país inmediatamente después de los comicios, Eduardo Duhalde apareció en escena buscando alinear tras de sí al PJ bonaerense y, por extensión, influir directamente en el rearmado del PJ nacional con Reutemann a la cabeza. También intentará presionar a los peronistas que aún no se han definido y en especial a los legisladores, para así armar un bloque con suficiente peso específico y seguir desgastando al kirchnerismo en el Parlamento, como etapa previa de un escenario en el cual imagina a Julio Cobos como el candidato a presidente por el Acuerdo Cívico y Social (ACyS). Por su parte, Daniel Scioli, que no tiene pensado renunciar a la presidencia del PJ, busca dialogar con todo el espectro peronista para buscar una salida por la que su sector sobreviva a los innumerables embates que sufre, y pueda ganar tiempo y fortalecerse. Scioli es la figura a través de la cual el oficialismo buscaría recomponerse, dado su perfil negociador y las buenas relaciones personales que mantiene aun con sus enemigos dentro del peronismo. Incluso, su nombre es el que aparece en el justicialismo como rival directo de Reutemann en el camino hacia 2011.
Pasando factura por su exclusión de las listas oficialistas, el dirigente piquetero Luis D’Elía sostuvo en un comunicado que “el peor error político de Kirchner fue presidir el PJ. Abortó al Kirchner movimientista, peronista y transversal, quedando a merced de un aparato amañado, tramposo y desleal”.
Al vicepresidente Julio Cobos, su éxito electoral y el desgaste que le produce al gobierno desde su cargo lo posicionan favorablemente como candidato a presidente por el ACyS, candidatura que deberá dirimir con Elisa Carrió y el gobernador de Santa Fe, el socialista Hermes Binner. No casualmente el pasado sábado Clarín le dedicó las primeras páginas de la sección política al publicar un reportaje en el cual Cobos se despachó contra el gobierno que integra y al que busca desplazar, diciendo: “Acá no hay señales de cambio, es como si no escucharan”.

Nota publicada en la diaria, Montevideo - Uruguay, el 6 de julio de 2009.

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