24 octubre 2008

Difícil para Mauricio

Con un paro general los docentes porteños agravaron ayer su conflicto con Macri

El conflicto que mantienen desde hace varios meses los docentes que trabajan en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires tuvo el lunes su corolario violento con seis manifestantes heridos en choques con la guardia de infantería, lo que derivó en una convocatoria por parte de la Unión de Trabajadores de la Educación a un paro nacional de 24 horas que se cumplió ayer. El jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, busca la mejor salida posible al conflicto, meses antes de las elecciones legislativas argentinas.


Un paro nacional de docentes se cumplió ayer en Argentina luego de que una manifestación del gremio en la ciudad de Buenos Aires fue reprimida por la policía y terminó con seis heridos. La medida sindical se declaró en repudio a la violencia del lunes, que se desató cuando frente al edificio del ejecutivo porteño, los docentes pretendían instalar una carpa para cumplir una vigilia de cien horas en el marco del conflicto que se extiende desde agosto en reclamo de un aumento salarial del 20%, entre otras reivindicaciones. La justicia reconoció ayer al gremio el derecho a instalar la carpa.
La administración Macri ha negado en forma sistemática el incremento que el sector demanda. Aduce que las partidas presupuestarias ya están fijadas y que el gobierno nacional pone trabas burocráticas para el traspaso de 1.500 millones de pesos a la ciudad, que carece de recursos para afrontar tal erogación. “Les pido una vez más a los dirigentes gremiales que levanten el paro de mañana, que no pongan más en peligro el futuro de los chicos, que necesitan ir al colegio, necesitan educación”, demandaba el lunes un enojado Macri en conferencia de prensa. Pasaba por alto el grado de precariedad salarial, edilicia y alimentaria que afecta al sistema educativo porteño.
Al jefe de gobierno le preocupa su propio futuro con miras a las elecciones presidenciales argentinas de 2011. Para llegar a ellas con alguna oportunidad, su sector dispone, por un lado, de la imagen que pueda construir desde su gestión de la comuna de Buenos Aires (imagen que aún no consiguió consolidar) y, por otro lado, de los resultados que obtenga su partido, Propuesta Republicana (PRO), en los comicios legislativos de 2009. Esas elecciones serán virtualmente un plebiscito de su gestión y el gran trampolín hacia 2011. Con tales objetivos por delante, el macrismo deberá hacer gala de una adecuada cintura política ya que al creciente descontento que genera entre su electorado se le podría sumar el efecto negativo que significaría la prolongación del conflicto con los docentes.
El actual conflicto es el tercero en magnitud y alta exposición mediática que debe enfrentar el ex presidente de Boca Juniors. El primero llegó a poco de asumir el cargo y se disparó al cesar al personal contratado en el gobierno porteño. Si bien encontró férrea resistencia, al final logró desplazar a esos empleados, a la vez que nutrió a diferentes dependencias municipales con “personal propio”. El segundo lo enfrentó al todopoderoso gremio de los empleados municipales y a su eterno secretario general, Amadeo Genta. El conflicto radicaba en la intervención de la obra social de los trabajadores de la ciudad por presuntas irregularidades en su administración, pero la mediática acción se diluía al poco tiempo, y surgían suposiciones de que el entredicho fue dirimido por lo bajo.

La tapa de Florencio
Desde el oficialismo no demoraron en salirle al cruce al macrismo. El encargado de hacerlo fue el ministro del Interior, Florencio Randazzo, quien en su respuesta combinó críticas con pases de facturas por el apoyo que Macri dio en su momento a los sectores del ruralismo enfrentados con el gobierno nacional por las retenciones a las exportaciones agrarias. Randazzo sostuvo: “El jefe comunal debe hacerse cargo de sus responsabilidades de gestión. Lo eligieron para eso. Es el encargado de aportar soluciones en lugar de generar enfrentamientos que no tienen razón de ser”. También mentó la foto de Macri junto a los miembros de la Sociedad Rural Argentina luego del voto no positivo del vicepresidente Julio Cobos: “Pide diálogo y consenso con los sectores más beneficiados de la Argentina y es duro e intransigente con los maestros: comienza a sincerar su manera de gestionar con su pensamiento”. ■

Nota publicada en La Diaria, Montevideo - Uruguay, 22 de octubre de 2008.

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