
Macri y De Narváez aliados con Solá para formar un tercer bloque en el Parlamento argentino
El jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, líder de Propuesta Republicana (Pro), hizo pública hace una semana su alianza con los diputados nacionales (por la provincia de Buenos Aires) Felipe Solá y Francisco de Narváez, con miras a las elecciones legislativas de octubre de este año. Solá aporta un matiz “de centro” a la reeditada y marcadamente derechista sociedad entre Macri y De Narváez, que busca hacer buen pie en la provincia para catapultarse con cierta chance hacia las elecciones presidenciales de 2011.
La novedad de este nuevo frente electoral es sin duda el diputado Solá. Macri y De Narváez unieron fuerzas en las elecciones presidenciales de 2007, cuando el segundo, entonces flamante propietario de América TV, compitió por la gobernación de la provincia de Buenos Aires, más de 33 puntos porcentuales por debajo del triunfador, Daniel Scioli.
La figura de Solá cobró importancia en las últimas semanas. Luego de abandonar con un portazo el kirchnerismo, no fueron pocos los que centraron su atención en él, tanto desde la oposición como desde el peronismo llamado “disidente”, no alineado con la conducción del ex presidente Néstor Kirchner. El diputado es, en estos tiempos de muy escasa renovación, alguien que aparece con cierto crédito ante la opinión pública, después de haber gobernado la provincia de Buenos Aires en los difíciles años posteriores a la crisis de 2001, y busca en esta alianza una plataforma firme sobre la cual caminar hacia 2011, al igual que su aliado De Narváez, quien dijo que “esto es 2009, 2011 y lo que viene para los próximos años”.
La figura de Solá cobró importancia en las últimas semanas. Luego de abandonar con un portazo el kirchnerismo, no fueron pocos los que centraron su atención en él, tanto desde la oposición como desde el peronismo llamado “disidente”, no alineado con la conducción del ex presidente Néstor Kirchner. El diputado es, en estos tiempos de muy escasa renovación, alguien que aparece con cierto crédito ante la opinión pública, después de haber gobernado la provincia de Buenos Aires en los difíciles años posteriores a la crisis de 2001, y busca en esta alianza una plataforma firme sobre la cual caminar hacia 2011, al igual que su aliado De Narváez, quien dijo que “esto es 2009, 2011 y lo que viene para los próximos años”.
El acuerdo
La conferencia de prensa para anunciar la alianza fue convocada por Macri en un hotel del centro porteño. Se habló de coincidencias acerca de los problemas que deben ser resueltos en forma prioritaria, y entre ellos la vedette fue, como podía esperarse, la inseguridad pública, o, más concretamente, la importante cantidad de delitos violentos que se registran en el Gran Buenos Aires, un tema casi excluyente para gran parte de la opinión pública y el caballito de batalla en el que monta De Narváez desde hace mucho tiempo.
En esa ocasión Solá hizo suyo “el compromiso de trabajar juntos con la máxima solidaridad y compromiso” y alegó: “Estamos de acuerdo en que hay que devolverles la ciudadanía a los argentinos. En primer término por la inseguridad; en segundo, por la exclusión, y en tercer lugar, es fundamental la implementación de la boleta única porque hoy no están dadas las condiciones de transparencia para estas elecciones”. El sistema de “boleta única”, reclamado por partidos opositores, consiste en que cada votante reciba una papeleta con todos los candidatos, para marcar en ella su preferencia (en el caso de los parlamentarios, figurarían los primeros nombres postulados por cada partido, estando en exhibición la nómina completa, y el voto no sería por individuos sino por un agrupamiento partidario).
Estratégicamente, esta alianza busca forzar el rediseño del mapa político argentino y apunta a operar en especial, elecciones mediante, en la Cámara de Diputados, donde pretende formar un heterogéneo bloque junto con los legisladores del Frejuli (el espacio de Alberto Rodríguez Saá), Recrear (de Ricardo López Murphy), Paufe, el Movimiento Popular Neuquino y el Partido Demócrata de Mendoza. De lograr este objetivo, la Cámara quedaría partida en tres grandes agrupamientos: el kirchnerista; el que integran la Coalición Cívica de Elisa Carrió, la Unión Cívica Radical y el Partido Socialista, y el que promueve esta nueva alianza. Esto significaría un duro revés para el oficialismo, que vería bloqueada la aprobación de proyectos de ley tan sensibles como el de las retenciones a la producción agrícola-ganadera o el de estatización del sistema previsional.
La conferencia de prensa para anunciar la alianza fue convocada por Macri en un hotel del centro porteño. Se habló de coincidencias acerca de los problemas que deben ser resueltos en forma prioritaria, y entre ellos la vedette fue, como podía esperarse, la inseguridad pública, o, más concretamente, la importante cantidad de delitos violentos que se registran en el Gran Buenos Aires, un tema casi excluyente para gran parte de la opinión pública y el caballito de batalla en el que monta De Narváez desde hace mucho tiempo.
En esa ocasión Solá hizo suyo “el compromiso de trabajar juntos con la máxima solidaridad y compromiso” y alegó: “Estamos de acuerdo en que hay que devolverles la ciudadanía a los argentinos. En primer término por la inseguridad; en segundo, por la exclusión, y en tercer lugar, es fundamental la implementación de la boleta única porque hoy no están dadas las condiciones de transparencia para estas elecciones”. El sistema de “boleta única”, reclamado por partidos opositores, consiste en que cada votante reciba una papeleta con todos los candidatos, para marcar en ella su preferencia (en el caso de los parlamentarios, figurarían los primeros nombres postulados por cada partido, estando en exhibición la nómina completa, y el voto no sería por individuos sino por un agrupamiento partidario).
Estratégicamente, esta alianza busca forzar el rediseño del mapa político argentino y apunta a operar en especial, elecciones mediante, en la Cámara de Diputados, donde pretende formar un heterogéneo bloque junto con los legisladores del Frejuli (el espacio de Alberto Rodríguez Saá), Recrear (de Ricardo López Murphy), Paufe, el Movimiento Popular Neuquino y el Partido Demócrata de Mendoza. De lograr este objetivo, la Cámara quedaría partida en tres grandes agrupamientos: el kirchnerista; el que integran la Coalición Cívica de Elisa Carrió, la Unión Cívica Radical y el Partido Socialista, y el que promueve esta nueva alianza. Esto significaría un duro revés para el oficialismo, que vería bloqueada la aprobación de proyectos de ley tan sensibles como el de las retenciones a la producción agrícola-ganadera o el de estatización del sistema previsional.
El desacuerdo
Como en toda negociación, cada quien busca obtener la mejor parte para sí, y minutos después del lanzamiento de la alianza afloró la puja entre Solá y De Narváez por los lugares en la lista aún no elaborada. El primero ve como algo natural que sea él quien esté al frente, mientras que el empresario (con las mismas aspiraciones) apuesta a dirimir la cuestión sin apelar, al menos en primera instancia, a la beligerancia. En declaraciones a Radio Continental, De Narváez sostuvo que se debe intentar definir esta cuestión por consenso, y que si eso no es posible habrá que internarse en el terreno más peligroso de las elecciones internas. “El primer camino es el consenso, que es el que más deseamos. Hay otro mecanismo que son las encuestas y luego está la consulta popular. Sea cual fuere el resultado, vamos a seguir juntos. Tomamos como ejemplo lo que sucedió en Estados Unidos con [Barack] Obama y Hillary Clinton”, dijo. De todos modos, se dice que De Narváez prefiere en realidad ir a internas, alentado tal vez por algunas encuestas en las que aparece mejor ubicado que el ex gobernador de la provincia.
En declaraciones a la misma emisora, Solá manifestó que no le agrada la idea de realizar internas con padrón abierto, ya que eso “se presta a manipulaciones por parte de otros partidos”. Y aseguró, en referencia a las reuniones para formar la nueva alianza: “Más que hablar de quién, hablamos de qué. Analizamos las distintas alternativas que hay. No era la intención definirlo [el tema de las ubicaciones en la lista]”.
Como en toda negociación, cada quien busca obtener la mejor parte para sí, y minutos después del lanzamiento de la alianza afloró la puja entre Solá y De Narváez por los lugares en la lista aún no elaborada. El primero ve como algo natural que sea él quien esté al frente, mientras que el empresario (con las mismas aspiraciones) apuesta a dirimir la cuestión sin apelar, al menos en primera instancia, a la beligerancia. En declaraciones a Radio Continental, De Narváez sostuvo que se debe intentar definir esta cuestión por consenso, y que si eso no es posible habrá que internarse en el terreno más peligroso de las elecciones internas. “El primer camino es el consenso, que es el que más deseamos. Hay otro mecanismo que son las encuestas y luego está la consulta popular. Sea cual fuere el resultado, vamos a seguir juntos. Tomamos como ejemplo lo que sucedió en Estados Unidos con [Barack] Obama y Hillary Clinton”, dijo. De todos modos, se dice que De Narváez prefiere en realidad ir a internas, alentado tal vez por algunas encuestas en las que aparece mejor ubicado que el ex gobernador de la provincia.
En declaraciones a la misma emisora, Solá manifestó que no le agrada la idea de realizar internas con padrón abierto, ya que eso “se presta a manipulaciones por parte de otros partidos”. Y aseguró, en referencia a las reuniones para formar la nueva alianza: “Más que hablar de quién, hablamos de qué. Analizamos las distintas alternativas que hay. No era la intención definirlo [el tema de las ubicaciones en la lista]”.
El Padrino
Se lo vea o no, el ex presidente Eduardo Duhalde siempre está. Son innumerables las versiones que le adjudican el diseño de la flamante alianza, aunque el propio Duhalde lo niegue... con un guiño cómplice: “Haber pensado no es exactamente ser el ideólogo”, se limitó a comentar.
El caudillo bonaerense pretende volver a pisar fuerte en su territorio y aplaude cada iniciativa que pueda desplazar a los Kirchner del poder para instalar un escenario peronista y un mapa político nacional más semejantes a aquéllos en los que supo moverse con comodidad. “Cuando hay dirigentes que empiezan a unirse, no solamente en el Partido Justicialista, que no está de acuerdo con el gobierno que hace Kirchner, sino también cuando el radicalismo empieza a unir a personas que parecía que estaban muy distanciadas, empiezan lentamente a reconstruirse los partidos políticos”, afirmó.
Sin retribuir las flores que Duhalde les tiraba, los integrantes de la nueva alianza tomaron prudente distancia de él. Macri lo definió como “un ex presidente que en un momento muy difícil supo poner el hombro”, marcando que “luego desembocamos en cinco años de crecimiento” pero que “hoy es el tiempo de nuevos protagonistas, los que estamos aquí”. De Narváez, en la misma sintonía, reconoció que lo une a Duhalde “una relación de afecto”, pero remarcó que “en la conformación de este espacio no ha tenido ninguna injerencia”. Solá, que revistó en filas del duhaldismo, dejó una puerta abierta al comentar que “Duhalde puede ser parte de la antigüedad si pretende ser candidato, pero es parte de la actualidad como un ex presidente que da consejos. No nos negamos a ni dependemos de Duhalde”.
Se lo vea o no, el ex presidente Eduardo Duhalde siempre está. Son innumerables las versiones que le adjudican el diseño de la flamante alianza, aunque el propio Duhalde lo niegue... con un guiño cómplice: “Haber pensado no es exactamente ser el ideólogo”, se limitó a comentar.
El caudillo bonaerense pretende volver a pisar fuerte en su territorio y aplaude cada iniciativa que pueda desplazar a los Kirchner del poder para instalar un escenario peronista y un mapa político nacional más semejantes a aquéllos en los que supo moverse con comodidad. “Cuando hay dirigentes que empiezan a unirse, no solamente en el Partido Justicialista, que no está de acuerdo con el gobierno que hace Kirchner, sino también cuando el radicalismo empieza a unir a personas que parecía que estaban muy distanciadas, empiezan lentamente a reconstruirse los partidos políticos”, afirmó.
Sin retribuir las flores que Duhalde les tiraba, los integrantes de la nueva alianza tomaron prudente distancia de él. Macri lo definió como “un ex presidente que en un momento muy difícil supo poner el hombro”, marcando que “luego desembocamos en cinco años de crecimiento” pero que “hoy es el tiempo de nuevos protagonistas, los que estamos aquí”. De Narváez, en la misma sintonía, reconoció que lo une a Duhalde “una relación de afecto”, pero remarcó que “en la conformación de este espacio no ha tenido ninguna injerencia”. Solá, que revistó en filas del duhaldismo, dejó una puerta abierta al comentar que “Duhalde puede ser parte de la antigüedad si pretende ser candidato, pero es parte de la actualidad como un ex presidente que da consejos. No nos negamos a ni dependemos de Duhalde”.
La otra oposición y el oficialismo
Los elogios duhaldistas a la reconstrucción del arco opositor no peronista tampoco fueron retribuidos por Margarita Stolbizer, referente de la Coalición Cívica en la provincia de Buenos Aires. Stolbizer dijo a Radio Continental que la nueva alianza “será un fracaso”, y que sólo “demuestra el quiebre del oficialismo que intenta lograr un peronismo sin Kirchner”. Además, aseguró que “Duhalde es quien está detrás del armado de una alianza entre Solá y De Narváez”.
Daniel Filmus, ex ministro de Educación y actual senador oficialista por la ciudad de Buenos Aires, dijo lo suyo sobre la nueva alianza a la agencia de noticias DyN: “Es la expresión de un sector de la derecha. Quienes hablan de poskirchnerismo se oponen a una política que defiende los intereses nacionales”.
Por su lado, el apoderado del Partido Justicialista y actual diputado Jorge Landau manifestó, en declaraciones a la agencia estatal Télam, que Solá, Macri y De Narváez llevan a cabo “un ardid pensado para confundir al electorado, cuando sólo es una alianza opositora de centroderecha”. “Siempre hubo expresiones de centroderecha en la Argentina, antes fue Domingo Cavallo con Acción por la República y Álvaro Alsogaray con la UCD, y este frente no es más que de oposición al peronismo, al verdadero peronismo”, aseveró.
“Que no se discuta quién es más peronista”, advirtió Néstor Kirchner durante un acto en el sur del Gran Buenos Aires. Como líder del PJ, tiene a su disposición una herramienta que puede jaquear al “peronismo disidente” y en especial a Solá: ha instruido a Alberto Balestrini (número dos del PJ y vicegobernador de la provincia) para que instale el tema de realizar elecciones internas en el justicialismo a mediados del presente año.
Desde luego que para Kirchner es mucho más conveniente enfrentar a Solá en internas justicialistas que hacerlo en las elecciones legislativas de octubre. Al definir la cuestión dentro del ámbito partidario, donde maneja las riendas, el ex presidente evitaría oficializar en forma apresurada su propio lanzamiento como candidato, y jugar este año, en territorio bonaerense, buena parte de su chance para 2011. Su esposa logró barrer al duhaldismo de la provincia en las mismas circunstancias (elecciones legislativas), pero los cambios de posiciones en tablero político, sumados al desgaste que acumula el kirchnerismo después de seis años en el poder, podrían depararle un trago muy amargo. ■
Los elogios duhaldistas a la reconstrucción del arco opositor no peronista tampoco fueron retribuidos por Margarita Stolbizer, referente de la Coalición Cívica en la provincia de Buenos Aires. Stolbizer dijo a Radio Continental que la nueva alianza “será un fracaso”, y que sólo “demuestra el quiebre del oficialismo que intenta lograr un peronismo sin Kirchner”. Además, aseguró que “Duhalde es quien está detrás del armado de una alianza entre Solá y De Narváez”.
Daniel Filmus, ex ministro de Educación y actual senador oficialista por la ciudad de Buenos Aires, dijo lo suyo sobre la nueva alianza a la agencia de noticias DyN: “Es la expresión de un sector de la derecha. Quienes hablan de poskirchnerismo se oponen a una política que defiende los intereses nacionales”.
Por su lado, el apoderado del Partido Justicialista y actual diputado Jorge Landau manifestó, en declaraciones a la agencia estatal Télam, que Solá, Macri y De Narváez llevan a cabo “un ardid pensado para confundir al electorado, cuando sólo es una alianza opositora de centroderecha”. “Siempre hubo expresiones de centroderecha en la Argentina, antes fue Domingo Cavallo con Acción por la República y Álvaro Alsogaray con la UCD, y este frente no es más que de oposición al peronismo, al verdadero peronismo”, aseveró.
“Que no se discuta quién es más peronista”, advirtió Néstor Kirchner durante un acto en el sur del Gran Buenos Aires. Como líder del PJ, tiene a su disposición una herramienta que puede jaquear al “peronismo disidente” y en especial a Solá: ha instruido a Alberto Balestrini (número dos del PJ y vicegobernador de la provincia) para que instale el tema de realizar elecciones internas en el justicialismo a mediados del presente año.
Desde luego que para Kirchner es mucho más conveniente enfrentar a Solá en internas justicialistas que hacerlo en las elecciones legislativas de octubre. Al definir la cuestión dentro del ámbito partidario, donde maneja las riendas, el ex presidente evitaría oficializar en forma apresurada su propio lanzamiento como candidato, y jugar este año, en territorio bonaerense, buena parte de su chance para 2011. Su esposa logró barrer al duhaldismo de la provincia en las mismas circunstancias (elecciones legislativas), pero los cambios de posiciones en tablero político, sumados al desgaste que acumula el kirchnerismo después de seis años en el poder, podrían depararle un trago muy amargo. ■
Nota publicada en la diaria, Montevideo - Uruguay, el 18 de Febrero de 2009.
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